«No hay experiencia posible de Dios». Así de categórico se muestra Raimon Panikkar desde el comienzo de Iconos del misterio, aunque en seguida se advierte que esa frase es más un aviso que una conclusión. De esta manera, Raimon Panikkar afronta el espinoso y atrayente interrogante de la existencia humana a partir de las diversas concepciones y las presuntas experiencias de Dios, suministra claves para entender la compleja relación entre este y el individuo y analiza el papel de las religiones del mundo como intermediarias entre el creador y sus criaturas.
En el mundo actual, la gente, encadenada a los avatares del trabajo diario, ha abandonado los ejercicios del espíritu que pueden aportar un sentido verdadero a su vida: la soledad, el silencio o la introspección, que deberían ser la piedra angular del vivir cotidiano, las coordenadas que tendrían que facilitar el acceso del hombre a la experiencia de Dios.
A la reivindicación de esas virtudes individuales apunta Raimon Panikkar en Iconos del misterio, un libro que sorprende por su extraordinaria claridad expositiva y su lúcida argumentación, un libro sumamente inquietante y revelador.

-- Raimon Panikkar (Barcelona, 1918 - Tavertet, Barcelona, 2010), doctor en Filosofía, Ciencias y Teología, es autor de más de cuarenta libros en diversos idiomas y numerosos artículos sobre filosofía, ciencia, religiones comparadas e indología publicados en todo el mundo. fue catedrático emérito de Filosofía Comparada de la Religión en la Universidad de California.

La nueva inocencia

Se habla de un cambio de civilización y de crisis de la cultura. Estamos dispuestos a reformarlo todo, pero no tomamos demasiado en serio la reforma personal. Se trata de darnos cuenta de que ni la mera razón ni la simple voluntad son suficientes para hacer frente a la situación tanto del hombre en particular como de la humanidad en general.

Elogio de la sencillez

Este texto ha sido reelaborado a partir de un simposio celebrado en noviembre de 1980 en Holyoke, Massachusetts. Su tema era: "el monje como arquetipo universal". El autor aboga por la recuperación de la dimensión monástica. Cada ser humano tiene algo de monje y cada cual debe desarrollarlo desde su condición personal. La sencillez es el modelo ha seguir.